lunes, 28 de abril de 2008

Adenocarcinoma cervix estadio IA1

Del articulo Conservative Treatment of Stage IA1 Adenocarcinoma of the Cervix During Pregnancy
Gynecologic cology 109 (2008) 49-52

La incidencia de las neoplasias glandulares del cervix uterino ha aumentado en las últimas dos décadas. Debido a que esas lesiones tienden a aparecer en mujeres en edad reproductiva debemos conocer si son susceptibles de tratamiento conservador o no. En el caso de las lesiones escamosas, se prefiere la conización cervical seguida de control estricto en vez de la histerectomía en casos de cáncer microinvasor en mujeres con fuerte deseo de preservar su fertilidad. Recientemente, los últimos datos alientan sobre el manejo conservador del adenocarcinoma in situ (AIS) mediante conización cervical con márgenes libres. Aunque algunos estudios hablan de que la conización cervical con márgenes libres es aceptable como tratamiento final para el adenocarcinoma cervical estadio Ia1 como en el caso del escamoso, es un tema aun en discusión debido a que se conoce menos del manejo del adenocarcinoma.
Las embarazadas son raramente diagnosticadas de neoplasia glandular del cervix. Aunque hay múltiples artículos respecto al manejo del AIS durante el embarazo, una búsqueda en Medline no dio resultado en cuanto al manejo del adenocarcinoma microinvasor durante el embarazo. El propósito de este estudio es revisar los últimos resultados en cuanto al manejo del adenocarcinoma microinvasor en la embarazada.


MATERIAL Y METODOS
Entre 1999 y 2006, se revisaron los casos del Hospital Universitario de Niigata de adenocarcinoma estadio Ia1 de la FIGO y se identificaron las pacientes embarazadas. Los tumores en estadio Ia1 se definieron como crecimiento de células malignas desde una glándula con adenocarcinoma in situ en la que la invasión estromal era menor o igual a 3 mm en profundidad y menor o igual a 7 mm de tamaño en la pieza de conización. Todas las conizaciones se realizaron con las bajo anestesia lumbar. La potencia del láser se estableció en 10-15w. Se realizo la conización con posterior vaporización del lecho y del endocervix con profundidad de 1 mm. Se utilizó bisturí frío para el canal cervical con el objeto de evitar artefactos térmicos en el margen endocervical de la pieza de conización. A todas las pacientes se les realizó cerclaje con técnica de Shirodkar y recibieron tratamiento tocolítico profiláctico.
El control postconización consistió en pap-Test cada 8 semanas. Las pacientes fueron informadas de que cualquier anormalidad seria evaluada por colposcopia, biopsia dirigida y nueva conización o histerectomía si fuera necesario. Los datos se extrajeron retrospectivamente de la historia clínica.



RESULTADOS
De las 16 pacientes identificadas, 4 de ellas lo fueron durante el embarazo. Los pap test se realizaron entre la semana 7 a 9. Los diagnósticos de las biopsias posteriores fueron adenocarcinoma invasivo en 3 y carcinoma de células escamosas en 1. Todas las pacientes fueron sometidas a conización entre las semanas 16 a 23 de embarazo. Ninguno de los procedimientos se complico con sangrado excesivo, parto prematuro o aborto. El diagnostico de las conizaciones fue de adenocarcinoma microinvasor con invasión estromal entre 0,2 y 0,7 mm. Un análisis histológico demostró que el tipo de los 4 era adenocarcinoma tipo endocervical. Ninguno mostró invasión del espacio linfo-vascular. Todas las pacientes mostraron un fuerte deseo de continuar con su embarazo.
En cuanto a los resultados, 2 pacientes tuvieron márgenes positivos para cáncer invasor y se sometieron a una segunda conización a las 20 semanas de embarazo en un caso y 5 semanas tras el parto en el otro. No se identificó enfermedad residual en la segunda conización. Todas las pacientes llegaron a término, 2 partos vaginales y 2 cesáreas. Las cesáreas fueron en uno de los casos debido al deseo de la paciente a someterse a una histerectomía al tiempo de la cesárea; en el otro debido a la detención en la evolución del parto. Una paciente se trato solo con conización cervical. , esta paciente tuvo controles citológicos y de toma endocervical normales durante un periodo de 34 meses. 3 pacientes fueron tratadas con histerectomía radial y linfadenectomía pélvica tras el parto. Aunque ninguna paciente tenia cáncer invasor residual en la pieza quirúrgica, se observo AIS residual en 2 pacientes con márgenes del cono negativos. No se hallo afectación ganglionar o metástasis. Ninguna de las pacientes ha desarrollado recurrencias.



DISCUSIÓN
Esta ampliamente aceptado que en el carcinoma escamoso cervical Ia1 sin afectación linfo-vascular, una conización con márgenes negativos es aceptable como tratamiento definitivo. Sin embargo el tratamiento del adenocarcinoma microinvasor cervical permanece con controversias debido a que algunos autores han encontrado lesiones multifocales altas en el canal cervical, que pueden pasar desapercibidas incluso en la conización. Dado que la incidencia del adenocarcinoma cervical está aumentando, que el diagnostico se realiza en estadios precoces y que ocurre en mujeres jóvenes, aumenta la importancia de minimizar la morbilidad asociada al tratamiento de las lesiones iniciales.
Smith reviso un total de 585 casos de adenocarcinoma estadio Ia1 observando una incidencia de ganglios positivos de 1,5% y la tasa de supervivencia fue de 99.1%. No se hallaron recurrencias en 98 casos manejados solo con conización. Esos datos avalan la hipótesis de que el adenocarcinoma estadio Ia1, puede ser tratado de la misma forma que la variante escamosa debido a su excelente pronóstico. Aun así, el 10% de las pacientes de este estudio recibieron Rt adyuvante o se sometieron a linfadenectomía pélvica.
La existencia de adenocarcinoma de cervix durante el embarazo es relativamente rara con una incidencia aproximada de 1/1200 a 1/10000 embarazos. Aunque en la embarazada raramente se diagnostica una neo glandular del cervix, un incremento en el numero de pacientes con adenocarcinoma cervical dentro de las mujeres jóvenes puede representar un incremento en la incidencia de adenocarcinoma cervical en el embarazo. Hay varias publicaciones referentes al manejo del AIS durante el embarazo, sin embargo no hay información del manejo del adenocarcinoma microinvasor en la embarazada. En este hospital, 4 pacientes fueron diagnosticadas durante el embarazo entre las 16 con estadio Ia1
El diagnostico acertado de la lesión glandular es más difícil que para la lesión escamosa ya que los hallazgos colposcópicos habitualmente asociados a las lesiones escamosas pueden estar ausentes. La conización cervical se requiere frecuentemente para confirmar el adenocarcinoma invasor en casos con citología glandular anormal. Hasta la fecha se han descrito 18 casos con AIS durante el embarazo con información clínica detallada. 11 de los 18 se sometieron a conización cervical sin problemas entre las semanas 11 a 16. Los 7 casos que no se sometieron a conización estaban en avanzada edad gestacional (entre 16 y 30), de esas 7 tratadas postparto, una tenia un estadio Ib1. Por tanto, los autores hacen hincapié en la necesidad de una evaluación urgente mediante conización cuando se detectan células glandulares atípicas en la citología durante el embarazo. En nuestro estudio, las 4 pacientes se sometieron a conización entre las 16 y 23 semanas. La conización cervical durante el segundo trimestre del embarazo puede realizarse con seguridad y es necesaria para afinar el diagnostico y seleccionar la estrategia óptima de tratamiento.
El estado de los márgenes es importante ya que se correlaciona con enfermedad residual y recurrente. La conización cervical durante el embarazo a menudo resulta en márgenes positivos y enfermedad residual. Dunn ha publicado una incidencia de márgenes positivos del 46% en embarazadas. En nuestro estudio, 2 de las 4 pacientes tuvieron márgenes positivos. Ambas se sometieron a una nueva conización, una durante el embarazo y otra en el postparto y en ninguna se hallo enfermedad residual. Incluso si los márgenes son positivos, las pacientes con adenocarcinoma estadio Ia1 pueden tener un manejo expectante durante el embarazo con controles citológicos y colposcópicos.
Un manejo postparto encaminado a mantener la fertilidad es una opción en pacientes seleccionadas. Una paciente con márgenes del cono positivos nos expresó su deseo de mantener el útero. Se sometió a una segunda conización tras parto vaginal. No se halló enfermedad residual y el seguimiento en los 34 meses posteriores ha mostrado que está libre de enfermedad. Es importante destacar que el preservar el útero puede incrementar el riesgo de recurrencia, por lo que se precisa de un seguimiento más estrecho. Aunque esta es una opción, debe considerarse la histerectomía. Solo las mujeres que acepten los riesgos adicionales son candidatas a esta cirugía conservadora.
3 pacientes se sometieron a histerectomía radical con linfadenectomía pélvica. Aunque ninguna tenia cáncer invasor residual, se vio AIS residual en 2 de las pacientes con márgenes negativos. La incidencia de enfermedad residual en pacientes con lesiones glandulares permanece alta a pesar del estado de los márgenes. Goldstein ha publicado una incidencia de enfermedad residual del 30% con márgenes negativos y del 44% con márgenes positivos en pacientes con AIS. Parece que la afectación de los márgenes no siempre resulta en fallo en el tratamiento y los márgenes libres no garantizan la completa erradicación de la lesión, especialmente en los casos de lesión glandular. Por tanto, la cirugía definitiva se debe considerar al completar los deseos reproductivos, debido a la alta tasa de enfermedad residual.
Este articulo describe pacientes con adenocarcinoma cervical estadio Ia1 durante el embarazo tratadas con conización con buenos resultados perinatales. Aunque las recomendaciones para el tratamiento deben ser individualizadas basándose en la edad gestacional al diagnóstico y en los deseos de la paciente, el tratamiento conservador con conización durante el embarazo se considera una opción aceptable para la madre y el feto.

jueves, 24 de abril de 2008

Metroplastia con Versapoint o Resectoscopio

Del articulo Resectoscope or Versapoint for Hysteroscopic metroplasty
Internacional Journal of Gynecology and Obstetrics (2008) 101 39-42


Nuevo foro sobre histeroscopia y malformaciones uterinas, se la primera en expresar tu opinion http://histeroscopia.foroactivo.com
 

Los defectos mullerianos se observan en el 3-5% de la población general, aunque la frecuencia aumenta hasta el 5 al 25% en mujeres con aborto espontáneo, aborto tardío y parto pretérmino.
Entre los distintos tipos de anomalías uterinas estructurales , el útero septo es la más frecuente (35%) con una incidencia del 1-2 % de la población general, mientras que en las mujeres con aborto de repetición es significativamente mayor (3.3%). El septo es el resultado de un fallo de reabsorción del tejido tras la fusión de los dos conductos mullerianos, que divide la cavidad uterina, mientras que la apariencia externa es de útero único. La ASRM clasifica los úteros septos como clase Va (útero septo completo) y Vb (septo parcial), el Vb corresponde al 65-70% de los casos. La presencia de septo se asocia a malos resultados reproductivos como infertilidad, alta incidencia de aborto precoz o tardío, patología obstétrica como parto pretérmino (causado generalmente por rotura prematura de membranas), presentaciones anormales y aumento de la tasa de cesáreas.
Debe indicarse tratamiento las mujeres con útero septo debido a su asociación con resultados reproductivos adversos y preferiblemente antes de cualquier complicación obstétrica, especialmente en mujeres con fertilidad en descenso (mayores de 35 años), problemas reproductivos (esterilidad de origen desconocido)y antes de emplear técnicas de reproducción asistida. La corrección quirúrgica se aplica principalmente como un procedimiento profiláctico para prevenir la alta incidencia de aborto espontáneo y de complicaciones durante el parto.
El tratamiento de los utero malformados se ha realizado clásicamente por laparotomía, bien por exéresis (Strassmann o Jones) o sección (Tompkins) del septo. De cualquier forma estas eran técnicas arriesgadas debido a las complicaciones y problemas derivados como disminución del tamaño de la cavidad uterina, formación de adherencias pélvicas e intrauterinas, sangrado intraoperatorio o parto con cesarea electiva.
Con la llegada de las histeroscopia quirúrgica y el abordaje transcervical, se ha simplificado el tratamiento del útero septo. En esos casos, la restauración de la cavidad uterina es adecuada, con tasa de embarazo del 85% y tasa de recién nacido a término del 60-75%. De cualquier forma, la técnica con resectoscopio se asocia a riesgo de complicaciones (perforación, hemorragia) y efectos secundarios (laceración, incompetencia cervical). Las innovaciones tecnológicas han permitido el desarrollo de dispositivos más sofisticados como los electrodos bipolares.
El propósito de este estudio es determinar la eficacia y seguridad de la metroplastia histeroscópica con Versapoint comparada con el resectoscopio para el tratamiento del útero septo y determinar la tasa de embarazo así como los resultados reproductivos tras ambos procedimientos.

MATERIAL Y METODOS
63 mujeres con útero septo parcial fueron incluidas, los criterios de exclusión fueron enfermedades endocrinas, patología sistémica, enf. Infecciosas, infertilidad masculina, mioma uterino, enfermedad anexial, test de papanicolau patológico y parto previo. Todas las mujeres se sometieron a eco transvaginal y a histeroscopia diagnostica en consulta (histeroscopio de 2,9mm y con suero) para evaluar la morfología intrauterina y para excluir úteros bicornes.
Las participantes en el estudio se dividieron en dos grupos según el momento en el que acudieron a solicitar la cirugía: una mujer tratada con resectoscopio (grupo 1) se emparejo con 2 mujeres tratadas con Versapoint ( grupo 2). El grupo 1 quedó formado por 21 mujeres que se sometieron a resectoscopia con especulo, pozzi, dilatación con Hegar hasta 10, incisión del septo con resectoscopio con asa de Collins con monopolar a 80 watt de corte y glicina 1,5% como medio de distensión. En el grupo 2, 42 mujeres, sin dilatación cervical, histeroscopio de 5,2 mm y Versapoint y como medio de distensión , suero salino.
Usando el versapoint, se realizo exéresis del septo incidiendo primero en el lateral y después en la zona central, todas las pacientes estaban en fase proliferativa y todos los procedimentos se realizaron bajo anestesia general. El procedimiento se considera finalizado cuando se visualizaban las primeras fibras musculares rosadas. El tiempo quirúrgico se consideraba desde la colocación del espéculo (grupo 1) o desde la vaginoscopia (grupo 2) hasta que se completaba la resección, todos los procedimientos los realizó el mismo cirujano y no se administró antibiótico profiláctico.
Todas las pacientes fueron informadas del procedimiento y firmaron el consentimiento informado. Las intervenciones se realizaron en hospital de dia. A todas las pacientes se les realizo una histeroscopia diagnostica a los 2 meses.



RESULTADOS
La media de edad fue de 32.4 en el grupo 1 y 33.2 en el grupo 2. En el grupo 1, 10 (47,6%) eran nuligestas y 11 (52,4%) habian tenido aborto espontaneo. N el grupo 2, 23 (54,8%) eran nuligestas y 19 (45,2%) habian tenido aborto.
El tiempo quirúrgico fue de 20.5 para el grupo 1 y 15.4 para el grupo 2. La perdida hemática fue mínima. La laceración cervical complicó la metroplastia en 2 pacientes en el grupo 1 y fue necesaria la utilización de puntos de sutura. No hubo complicaciones intraoperatorias en el grupo 2. Ninguna de las mujeres presentó fiebre en el postoperatorio. La mayoría de las mujeres presento un spotting mínimo. Solo 1 paciente en el grupo 1 necesitó analgésico tras la cirugía y ninguna en el grupo 2.
La histeroscopia en consulta a los 2 meses de la intervención confirmó la exéresis completa del septo en 20 pacientes en el grupo 1y en 39 en el grupo 2. Un septo residual mayor de 1 cm se vio en 1 mujer en el grupo 1 y en 3 en el grupo 2, siendo quitado en un segundo tiempo quirúrgico. No se detectaron sinequias intrauterinas.
En el grupo 1 5 pacientes no desearon concebir por diversas razones, de las 16 que desearon concebir, 13 se quedaron embarazadas..De ellas 8 tuvieron un embarazo a término ( 4 partos y 4 cesareas) 2 parto pretérmino, dos abortos espontaneos en el primer trimestre y 1 aborto tardío por rotura prematura de membranas. En el grupo 2, 13 no desearon concebir y de las 29 que si quisieron, se quedaron embarazadas 23: 14 embarazos a termino (5 paros y 9 cesareas), 3 parto pretérmino y 6 abortos espontaneos n el primer trimestre. El tiempo medio entre embarazo y metroplastia fue de 14.1 meses en el grupo 1 y 11.6 en el grupo 2. Ninguna de las mujeres presento incompetencia cervical.

DISCUSION
Se han propuesto múltiples explicaciones para explicar los efectos adversos del útero septo en el curso del embarazo. De cualquier forma, según la teoría más ampliamente aceptada, el septo se trata de un tejido fibroblástico con una vascularización inadecuada y unas relaciones alteradas entre los vasos endometriales y miometriales, lo que ejerce un efecto negativo en la placentación. En el pasado la corrección quirúrgica se realizaba por laparotomía. Este abordaje habitualmente producía una cavidad menor además de adherencias pélvicas; el parto mediante cesárea era siempre necesario. En cuanto a los resultados reproductivos, el porcentaje de éxito con las técnicas abdominales varían entre 67 y 80%, mientras que la metroplastia histeroscópica alcanza el 85% con menor riesgo de complicaciones intra o postquirúrgicas.
La metroplastia histeroscópica es simple y es un procedimiento mínimamente invasivo con mínima morbilidad, corta estancia hospitalaria, mínimo tiempo de recuperación, escasa necesidad de analgesia, menor intervalo antes de la concepción (3-6 meses), menor riesgo de rotura uterina y la posibilidad de parto vaginal. Por todo lo anterior, la metroplastia histeroscópica es la primera elección quirúrgica del útero septo.
Entre los diferentes instrumentos disponibles para la resección del septo , algunos autores proponen la metroplastia usando tijeras de 4 mm y monitorizando con eco en tiempo real, con tasas de embarazo del 91,7% y tasa de parto del 72,2%. Otros autores proponen el relector con tasas de embarazo entre 80-85% y parto del 81-89%, o microtijeras rígidas o laser con tasas similares al relector. Recientemente se ha introducido la energía bipolar, manteniendo los mismos resultados y disminuyendo los riesgos.
Inicialmente el éxito de la técnica histeroscópica era obtener una linea virtual entre los 2 ostium tubáricos y que el histeroscopia pudiera moverse con libertad desde un ostium hasta el otro. En los últimos años se han revisado varios estudios que demuestran que un mínimo septo menor de 1 cm tras la metroplastia no altera los resultados reproductivos y preserva la integridad anatómica y funcional del útero.
En el pasado la histeroscopia se combinaba con la laparoscopia para observar la morfología exterior uterina y para comprobar la integridad de la pared uterina durante el procedimiento, pero la literatura ha demostrado que esto no evita las complicaciones.
El control mediante ecografía ha demostrado que permite una buena visualización de las estructuras pélvicas y que permite determinar el limite externo (mayor de 1,2cm) permitiendo una resección completa, incluso más allá de los límites clásicos. Recientemente algunos histeroscopistas sugieren que la metroplastia puede ser realizada con energía bipolar (Versapoint) dando el mismo resultado, finalizando la reseccion cuando se visualizan las primeras fibras miometriales, en contraste con el tejido fibroso blanco.
Nosotros subrayamos la eficacia y seguridad del procedimiento con electrodo bipolar comparándolo con el resectoscopio. Los resultados reproductivos tras la metroplastia fueron 77% usando resectoscoio y 74% usando Versapoint. El tiempo quirúrgico fue significativamente menor en el grupo de Versapoint. En este estudio no se apreciaron adherencias en ninguno de los 2 grupos. Incluso si quedan áreas sin epitelio endometrial tras la metroplastia, la probable retracción del septo residual bajo la superficie del endometrio, previene el contacto entre las superficies dañadas y la formación de sinequias. En la histeroscopia de control, un septo residual de más de 1 cm se observo en una mujer en el grupo 1 y en 3 en el grupo 2.
La histeroscopia quirúrgica con Versapoint es un procedimiento más fácil y seguro que con resectoscopio. No requiere dilatación cervical que traumatiza el cervix e incrementa la posibilidad de incompetencia cervical posterior. Evita las laceraciones cervicales que pueden ocurrir durante la dilatación o resultantes de la excesiva tracción con las Pozzi. Más aun, en esas mujeres, la cavidad uterina es generalmente menor como resultado del septo o de la nuliparidad. Otra ventaja es que los electrodos bipolares permiten conseguir una mejor hemostasia debido al efecto de vaporización del tejido.
En conclusión, la metroplastia con Versapoint es una opción adecuada para la metroplastia histeroscópica, tiene la misma efectividad y puede ser utilizada en nulíparas, especialmente en las que tienen estenosis cervical.

miércoles, 23 de abril de 2008

Histeroscopia y tuberculosis

del articulo Relook hysteroscopy after antitubercular therapy
Fertility and Sterility vol 89, nº3 march 2008


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Mujer de 28 años con 3 de infertilidad secundaria y escaso sangrado durante el periodo que se remite para evaluación histeroscópica. El endometrio muestra una morfología anormal, irregular, rosado y con aspecto sucio, las aperturas de las glandulas endometriales no son visibles y existen adherencias firmes. La mucosa esta cubierta por depositos blanquecinos. Se realiza biopsia dirigida de esta zona y se establece el diagnostico de TBC mediante PCR.
Durante la laparoscopia simultanea se observaron depositos sugestivos de TBC en la superficie peritoneal uterina y sobre ambas trompas, establciendose el diagnostico de TBC mediante BACTEC. Se realizó cromopertubación hallandose ambas trompas permeables. La tuberculosis endometrial se considera incompatiblecon trompas permeables, aunque existen algunas excepciones. El hallazgo de TBC endometrial casi siempre significa que las trompas estan afectas, aunque no necesariamente obstruidas.
A la paciente se le administra tratamiento antituberculoso, observandose un aumento en la cantidad de regla. Tras 6 meses de tratamiento se cito a la paciente para una nueva histeroscopia, observandose una mejoria en terminos de morfologia endometrial, aun asi, la visualización con magnificación reveló patología tuberculosa persitente, por lo que se aconsejo a la paciente continuar con terapia antituberculosa. Se quedó embarazada espontaneamente al año de la segunda histeroscopia, llegando el embarazo a término.

sábado, 12 de abril de 2008

Histeroscopia y cancer endometrio

Del articulo Valor diagnóstico de la imagen histeroscópica en el cáncer de endometrio
Ginecología y Obstetricia Clínica 2003;4(4):212-215


Infomación más precisa, interesante SOLO para médicos en www.hysteroscopy.info !!

Mas informacion sobre cancer endeomtrio en http://www.histeroscopia.es/Cancerendometrio.htm

La histeroscopia es un procedimiento sencillo que puede realizarse de forma ambulatoria. Nos permite visualizar la cavidad endometrial, obtener material para diagnóstico y, en algunos casos, realizar el tratamiento. Una de sus indicaciones es la metrorragia postmenopáusica. Ésta se puede deber a una causa benigna, como el pólipo endometrial, pero en un número no despreciable de pacientes se diagnosticará un cáncer de endometrio. Clark TJ, et al. Aportan una incidencia de cáncer de endometrio del 3,9% (95% CI, 3,7%-4,2%) de las histeroscopias realizadas por metrorragia. El diagnóstico definitivo lo aportará la anatomía patológica, pero a veces la imagen histeroscópica ya puede ser sospechosa de un proceso maligno. Nuestro estudio pretende determinar el valor diagnóstico de la imagen histeroscópica en el cáncer de endometrio.

Objetivo
Determinar la correlación entre la imagen histeroscópica y el diagnóstico anatomopatológico definitivo de la pieza quirúrgica.



Material y métodosEs un estudio retrospectivo de 43 mujeres (edad media 62 años, rango 30-87 años) con cáncer de endometrio sometidas a tratamiento quirúrgico a las que, previamente a este, se les realizó una histeroscopia con suero fisiológico. La principal indicación de ésta fue la metrorragia y/o la presencia de un engrosamiento de la línea endometrial.

Resultados
El síntoma de consulta más frecuente fue la metrorragia postmenopáusica (35/43 pacientes). El 79% (34/43) tenían un grosor endometrial medido por ecografía transvaginal superior a 5mm. Destacan 3 pacientes que se hallaban asintomáticas. Entre los antecedentes personales más frecuentes destacaron la obesidad (31/43), la hipertensión arterial (22/43) y la diabetes (13/43). Un total de 15 pacientes tenían antecedentes familiares de neoplasia maligna. En 37/43 (86%) pacientes se observó una imagen anormal en la histeroscopia, siendo en 21 de ellas (48,8%) sugestiva de neoplasia endometrial antes de confirmar el diagnóstico anatomopatológico de la
biopsia realizada durante el procedimiento. En el resto de los casos la imagen histeroscópica fue sugestiva de pólipo endometrial (11/43) o de mioma (5/43). En 6 casos no se observó ninguna imagen anómala. La imagen histeroscópica antes de la biopsia tuvo una sensibilidad del 48,8% para el diagnóstico de un cáncer de endometrio. El diagnóstico definitivo fue confirmado siempre mediante biopsia dirigida o por el legrado practicado posteriormente a la histeroscopia. En los seis casos negativos el diagnóstico lo aportó el estudio anatomopatológico del legrado uterino. Al describir la localización de la imagen sospechosa, la neoplasia afectaba con mayor frecuencia a toda la cavidad endometrial (57,2%) seguida por el fundus uterino (42,8%). Sólo en un caso hubo una complicación durante la histeroscopia con perforación uterina que se resolvió con conducta expectante y tratamiento antibiótico.
Una vez realizada la estadificación posquirúrgica, se observó que la mayoría de los casos (31/43) se encontraban en el estadio I. El lavado peritoneal fue positivo en 3 casos cuyo estadio postquirúrgico fue Ic G2, III G1 y Ia G3.




DiscusiónEl cáncer de endometrio es el tumor maligno más frecuente del sistema genital femenino y ocupa el cuarto lugar entre las neoplasias que aquejan a la población de sexo femenino. Es más frecuente en mujeres postmenopáusicas, de raza blanca, obesas, con bajo nivel de actividad física, diabéticas e hipertensas. Uno o más de estos factores de riesgo se hallaban en la mayoría de nuestras pacientes. Alteraciones en hormonas endógenas del metabolismo (androstendiona, testosterona, estrona y estradiol) pueden proporcionar los principales enlaces entre los riesgos de cáncer endometrial, el exceso de peso y la inactividad física. Otros estudios afirman que el estado menopáusico es un factor pronóstico variable independiente en pacientes con estadios precoces de la enfermedad pero no en pacientes con estadios avanzados en las que se asocia a la obesidad. La metrorragia postmenopáusica es el síntoma más común en el cáncer de endometrio. En Estados Unidos el 5% de todas las visitas al ginecólogo se deben a la aparición de este síntoma. La ecografía transvaginal, la biopsia endometrial, la dilatación con legrado y la histeroscopia son los procedimientos que disponemos para el diagnóstico del cáncer de endometrio. En nuestra serie se realizó ecografía transvaginal e histeroscopia a todas las pacientes. La ecografía transvaginal es la prueba mayormente realizada como primer paso diagnóstico por ser bien
aceptada por parte de la paciente, sin riesgos y con un coste bajo. Hay autores que la consideran una buena herramienta como sceening del cáncer de endometrio ante una metrorragia postmenopáusica. El punto de corte para distinguir el grosor endometrial normal del patológico varía entre 3 mm y 7 mm. El más aceptado en la literatura para definir un grosor dentro de la normalidad es menor o igual a 5 mm. Así, también lo expusieron en la Conferencia de Consenso de la Sociedad de Radiólogos en Ecografía celebrada en Washington en octubre del 2000. En nuestra serie el 79% de las mujeres tenían un grosor endometrial medido por ecografía superior a 5 mm. La sensibilidad de la ecografía transvaginal en el diagnóstico de cáncer de endometrio varía entre un 62% y un 100% y la especificidad entre un 46% y un 91%.
El examen histológico es el gold standard en el diagnóstico de la metrorragia causada por cambios endometriales malignos. El aspirado endometrial toma una muestra a ciegas sin poder visualizar la cavidad endometrial. Se han descrito un 30% de falsos negativos con este método, aunque hay autores que le atribuyen una sensibilidad de hasta el 86% (ej. con Pipelle). En un estudio retrospectivo realizado en nuestro centro con 82 pacientes (entre 1999-2000) que presentaban metrorragia postmenopáusica se obtuvo un porcentaje alto (57%) con respecto a que el aspirado endometrial no nos confirmó ningún diagnóstico. Al realizar la histeroscopia, en un 23% de estas pacientes se diagnosticó la presencia de pólipo endometrial. Realizar únicamente dilatación con legrado no reconoce cambios intrauterinos en aproximadamente del 5% al 15% de las pacientes. La histeroscopia es superior a la ecografía transvaginal y a la dilatación con legrado en el diagnóstico diferencial de patología intrauterina, ya sea hiperplasia, pólipos, miomas o cáncer de endometrio. Es importante realizar biopsias dirigidas ante cualquier lesión observada durante la realización de una histeroscopia ya sea diagnóstica o terapéutica. Esta biopsia nos proporcionará el diagnóstico definitivo cerca del 100% de los casos. En caso que el diagnóstico sea negativo para células malignas, muchas veces nos aportará información de la presencia de lesiones benignas como miomas o pólipos. Los falsos negativos en biopsia endometrial por cáncer son muy raros. En la literatura hallamos unas tasas de falsos negativos para la histeroscopia del 2%, una sensibilidad del 74% al 100% y una especificidad del 89% al 100%. Un resultado negativo en la histeroscopia reduce la probabilidad de cáncer al 0,6%. La sensibilidad de la imagen macroscópica obtenida por histeroscopia varía según diferentes estudios. Bedner R. calculó la sensibilidad diagnóstica en la imagen histeroscópica de varias lesiones. La concordancia de la imagen macroscópica con el informe anatomopatológico era variable según el tipo de lesión con un 90,9% en los miomas submucosos, un 86,9% en pólipos endometriales, un 25% en lahiperplasia endometrial y un 71,4% en los casos con carcinoma endometrial. En conclusión, la imagen histeroscópica no les proporcionaba suficiente información en el momento de diferenciar entre hiperplasia endometrial y carcinoma. Otros autores aportan estudios con una sensibilidad y especificidad de la imagen histeroscópica como predicción del cáncer de endometrio del 50% (similar a nuestro estudio) y 99,5% (p<0,01)>

ConclusiónLa sospecha de carcinoma de endometrio en la imagen macroscópica por histeroscópia tuvo una sensibilidad baja (48,8%). Sin embargo, sólo en 6 casos la histeroscopia fue negativa ya que en la mayoría de casos detectó una imagen anormal siendo la más frecuente el pólipo.

viernes, 11 de abril de 2008

Edema vulvas tras laparoscopia e Icodextrina 4%

Del articulo Gross Vulvar Edema Alter Laparoscopic Instillation of 4% Icodextrin Solution
Journal of minimally invasive Gynecology vol 15, nº1, January-February 2008

Durante los últimos 4 o 5 años, ha aumentado la utilización de solución de Icodextrina al 4% para prevenir la formación de adherencias, ya que parece una medida con una buena relación cote-efectividad. Los efectos secundarios de la Icodextrina son reacción cutánea e hipersensibilidad, muy infrecuente y habitualmente leves. El edema vulvar tras su instilación, aunque raro, es muy incomodo para la paciente.

CASO CLINICO
Mujer de 17 años con cuadro de dolor pélvico crónico bilateral,. Había tenido varios episodios de enfermedad pélvica inflamatoria y estaba tomando tratamiento para la infección por Chlamidia. Aunque la eco transvaginal sugería hidrosalpinx bilateral, la laparoscopia diagnóstica demostró quistes ováricos bilaterales, por lo que fue sometida a quistectomía ovárica bilateral y a cromopertubación tubárica. Se realizaron 4 punciones, Una de10 mm para la óptica a nivel umbilical, otra también de 10 mm a nivel suprapúbico y otras dos de 5 mma nivel de ambas fosas iliacas. Los quistes ováricos se separaron del tejido ovárico sano, disecandose íntegros. Se realizo un lavado intraoperatorio con 1 L de solución Hartmann y posteriormente se instiló 1 L de solución de Icodextrina al 4% para prevenir la formación de adherencias. El postoperatorio inmediato fue favorable con alta ese mismo dia.
La paciente reingreso 36 horas tras la cirugía con un gran edema vivar, mayor en el lado izquierdo, dolor local y dificultad para andar o sentarse. NO afectaba a la micción. El examen inicial revelo edema vulvar bilateral profundo sin eritema ni adenopatias. No había evidencia de traumatismo o infección. L paciente estaba afebril.
Los diagnósticos diferenciales fueron edema por Icodextrina al 4%, Traumatismo (no había evidencia de lesión), alergia al latex (IgE especificos al latex eran negativos) e infección (leucocitos y PCR normales). Se instauro tratamiento con analgésico y se aplico hielo local. Se recomendó descanso en cama. La inflamación comenzó a disminuir en las horas posteriores, mejorando el disconfort y dándose de alta al dia siguiente.

DISCUSION
Los procedimientos laparoscópicos son conocidos por tener bajas tasas de complicaciones. Las complicaciones mayores incluyen perforación uterina, lesion de intestino, vejiga y vasos mayores, con la hemorragia subsecuente, que puede requerir laparotomía. La equimosis y el dolor a nivel del hombro, son complicaciones frecuentes que se resuelven espontáneamente.
Con el aumento de la cirugía mínimamente invasiva, las complicaciones raras de la laparoscopia se hacen mas evidentes. Igualmente esta aumentando el uso de sustancias de hidroflotación para reducir al mínimo la formación de adherencias. Parece existir una relación entre el edema vulvar y las soluciones para prevenir adherencias
El registro clínico para la evaluación del Adept llevado a cabo en 6 paises europeos, vigila el uso, aceptablidad y seguridad de la solución de Icodextrina al 4% para prevenir adherencias, ha descrito 10 casos de edema vulvar tras laparoscopia y 2 tras laparotomía. En 2882 pacientes sometidas a cirugía ginecológica. Además de los del registro, otros 2 casos más han sido descritos en la literatura.


El edema vulvar también se ha descrito relacionado con la administración de otras soluciones para lavado abdominal. En 1985, un estudio prospectivo de 234 pacientes sometidas a procedimientos ginecológicos y a las que se les administró dextrano 32%, aparecieron 18 casos (8%) de edema vulvar. Incluso una mayor proporción se le atribuyo al dextrano al 6%, siendo 6 de 32 pacientes (19%). Cuatro casos más, recientemente descritos se han asociado a la administración intraoperatoria de ringer lactato como sustancia de hidroflotación. Actualmente, debido a la falta de evidencia en prevenir adherencias o la alta frecuencia de complicaciones, ninguna de estas ultimas soluciones se administra para prevenir adherencias.
Es de interés recordar que el edema vulvar también puede asociarse a la presencia de liquido endógeno en cavidad abdominal. Tras los tratamientos de infertilidad en los que se desarrolla un síndrome de hiperestimulación ovárica, se han descrito 4 casos de edema vulvar postparacentesis. La ascitis quilosa como complicación de la cirugía laparoscópica, ha causado edema vulvar en 2 casos publicados. Hay también un caso unico de edema vulvar asociado a preeclampsia y otro a tratamiento tocolitico en pretermino.
La patogénesis del edema vulvar tras la laparoscopia es desconocido. La presencia de liquido en cavidad abdominal es muy probable que contribuya a su aparición. La infiltración del tejido adiposo vulvar causando expansión del volumen intersticial, es la explicación más razonable. Hay por lo menos 3 vias por las que el líquido puede escapar tras la laparoscopia. Cuando se abre el ligamento ancho durante la cirugía, el líquido puede encontrar su camino a lo largo del ligamento redondo hasta la pared pélvica y de ahí al labio a través del canal inguinal. Un remanente embriológico, el canal de Nuck, puede también permitir el paso de liquido hasta la vulva. Otra via más superficial, es por los puertos suprapúbicos y a través del tejido adiposo abdominal hasta zonas declives como la vulva.
La Icodextrina al 4% es un polimero de glucosa alfa 1-4 de 12.000 a 20.000 M de peso molecular que mantiene un reservorio de liquido en la cavidad abdominal durante 3-4 dias permitiendo la separación de las superficies peritoneales por hidroflotación. Se absorbe por los linfaticos y e metaboliza a glucosa.

CONCLUSIÓN
La administración de solución de Icodextrina al 4% está aumentando debido a la capacidad de disminuir la formación de adherencias. En estas circunstancias, los escasos efectos secundarios de reacción cutánea, hipersensibilidad y edema vulvar se irán haciendo más frecuentes. Aunque el edema vulvar es autolimitado y se resuelve en dias, es muy incomodo para la pacientes y en nuestro caso precisó de ingreso hospitalario. Las mujeres que se someten a laparoscopia y se les administra soluciones de hidroflotación deberían ser informadas de este posible efecto secundario. El reconocimiento temprano favorece el manejo, disminuye la ansiedad de la paciente y puede disminuir las asistencias hospitalarias posteriores.

domingo, 6 de abril de 2008

Embarazo y Parto tras miomectomia laparoscopica

Del articulo Pregnancy Outcomes and Deliveries after Laparoscopic Myomectomy
The Journal of the American Association of Gynecologic Laparoscopists 10(2):17-181, May 2003


La miomectomía laparoscópica se ha convertido en una eficaz alternativa a la miomectomía laparotómica como consecuencia de los beneficios y el bajo riesgo de complicaciones que ésta conlleva; sin embargo, dicha intervención es técnicamente dificultosa, aun para laparoscopistas experimentados. Se han publicado hasta la fecha pocos datos significativos acerca de los resultados neonatales y de los partos tras una miomectomía laparoscópica. Sólo dos series publicadas tuvieron poblaciones importantes, una evaluó 57 partos, y la otra 100.
El propósito del presente estudio fue evaluar los resultados neonatales y los partos ocurridos tras miomectomía laparoscópica.
Material y métodos
Se evaluaron los resultados neonatales y los partos en 359 pacientes sometidas a miomectomía laparoscópica, en las cuales se habían removido en total 768 miomas. Las principales indicaciones para la cirugía fueron la existencia de masas pelvianas, sangrado uterino anormal, dolor pelviano o infertilidad.
La técnica empleada por los autores constó de tres accesos suprapúbicos. Se inyectó inicialmente una solución de ornitina-8-vasopresina en varios sitios uterinos, y se practicó luego una incisión longitudinal en la parte más distendida del miometrio, debajo de la seudocápsula, mediante un gancho unipolar o tijeras. Luego de identificar el plano de clivaje, el mioma fue enucleado por medio de una adecuada tracción efectuada con un sacacorchos para miomas, realizando contratracción con un sujetador fuerte y un irrigador con succión. El cierre laparoscópico del lecho miometrial se efectuó en 1, 2 o -excepcionalmente- 3 planos, según la profundidad del mioma. Se efectuaron suturas separadas con ácido poliglicólico 0 o 2/0; se practicó hemostasia utilizando generalmente suturas endoscópicas, la coagulación bipolar se reservó sólo para los sangrados significativos.
No se llevó a cabo prevención para las adherencias. Se administraron antibióticos en forma profiláctica justo antes de la cirugía y durante el posoperatorio, y cada vez que se abría la cavidad uterina. Las pacientes fueron dadas de alta al segundo día de posoperatorio, luego de efectuadas dos evaluaciones ecográficas transvaginales bidimensionales para estudiar la cicatriz uterina. Se recomendó un período de espera de seis a ocho meses antes de intentar concebir. El seguimiento osciló entre 25 y 41 meses (media = 35 meses).
Se recolectaron telefónicamente datos de todas las participantes, indagando acerca de la ocurrencia de uno o más embarazos luego de efectuadas las cirugías, tiempo transcurrido entre la miomectomía y la concepción, vía del parto, edad gestacional al momento del parto, utilización de una prueba de parto y peso neonatal de sus hijos. Los datos restantes fueron completados por el obstetra interviniente.
Setenta y dos mujeres se embarazaron al menos una vez, de las cuales 55 llegaron al parto. Las principales indicaciones para cirugía en el grupo de embarazadas habían sido la existencia de masas pelvianas (47.22%), de sangrado uterino anormal (16.66%), dolor pelviano (13.88%), infertilidad primaria (11.11%), infertilidad primaria más sangrado anormal (2.77%), infertilidad secundaria (4.16%), infertilidad secundaria más sangrado anormal (1.38%), y sangrado uterino anormal más dolor pelviano (2.77%). Dentro del grupo de 55 mujeres que llegaron al parto se habían efectuado múltiples miomectomías a veintitrés de ellas, entre las cuales los cirujanos habían ingresando a la cavidad uterina en 3 casos.

Resultados
Cinco (1.39%) de 359 mujeres sometidas a miomectomía laparoscópica abandonaron el seguimiento; 72/94 pacientes que deseaban quedar embarazada lo consiguieron al menos una vez tras la miomectomía laparoscópica, con un total de 76 embarazos. Cuatro pacientes concibieron dos veces, y 3 se encontraban embarazadas al momento del estudio. Una mujer obtuvo una gestación múltiple tras una fertilización in vitro (FIV) con transferencia de embriones, y fue sometida a cesárea a las 35.4 semanas debido al desarrollo de hipertensión inducida por el embarazo. Una paciente solicitó la interrupción electiva del embarazo en el primer trimestre; 12 embarazos terminaron en abortos del primer trimestre, uno en embarazo ectópico, uno en mola hidatiforme y otro en huevo anembrionado. Treinta y una mujeres finalizaron sus embarazos mediante partos vaginales a término; 24 embarazos de término y dos pretérmino culminaron en cesárea. Las indicaciones para la operación cesárea fueron: electivas (14), cesárea previa (1), primigestas con fetos en presentación pelviana (3), distocias (2), hipertensión inducida por el embarazo (3), desprendimiento de placenta normoinserta (1), y placenta previa (2).
Treinta y tres pacientes (57.8%) fueron sometidas a una prueba de parto. De ellas, 31 (54.38%) arribaron a partos vaginales, 8 a trabajos de parto inducidos y 14 fueron estimuladas con ocitocina durante el trabajo de parto. No existieron casos de rotura uterina durante el embarazo ni el trabajo de parto. El peso neonatal medio en aquellas mujeres que arribaron a partos vaginales fue de 3365 ± 433.5 g (2650 a 4130 g).
De las mujeres que concibieron, ninguna presentaba en las ecografías áreas anecoicas en las cicatrices uterinas. Todas las concepciones, excepto dos casos, ocurrieron luego del período recomendado de espera posquirúrgica de 6 a 8 meses. Una paciente que meses antes de la concepción había sido sometida a remoción de un mioma subseroso fúndico único de 40.4 mm consiguió parir mediante parto vaginal un neonato viable de 3450 g. Otra mujer que dos meses antes de la concepción había sido sometida a la remoción de un mioma único de 50 mm posterior y pedunculado, tuvo con éxito por parto vaginal un neonato viable de 4130 g.

Discusión
El presente trabajo confirma que, con la técnica quirúrgica propuesta por los autores, los embarazos producidos tras la miomectomía laparoscópica pueden progresar hasta el término, que puede efectuarse parto vaginal independientemente del hecho de que la cavidad uterina haya sido abierta durante el procedimiento, de que se hayan efectuado miomectomías múltiples o de que los miomas enucleados hayan sido de tamaño significativo. Es importante destacar, dicen los autores, que tras haber efectuado la sutura laparoscópica del endometrio, gran cantidad de embarazos llegó sin problemas al final del tercer trimestre. Los autores opinan que los casos de ruptura uterina descritos en la literatura deberían servir de advertencia a los cirujanos laparoscopistas y laparotomistas. Finalmente, los datos disponibles hasta la fecha no apoyan la programación de una cesárea electiva a término para las pacientes que presentan como antecedente una miomectomía laparoscópica.